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Location: Valparaíso, Quinta Región, Chile

Casado con Nina María Soto (1964): 8 hijos, 16 nietos. Estudios: Derecho (Chile); Ciencias Políticas (Heidelberg, Alemania). Habla, lee y escribe alemán e inglés. Lee francés, italiano, portugués y holandés. Computación desde 1983. Internet desde 1994. Bloggers desde 2005. Autodidacta. Adaptable a las responsabilidades asumidas. Últimos cargos públicos: Agregado Científico en embajadas de Chile en Alemania y Holanda (1991 a 1995), Embajador de Chile en Venezuela (entre 1995 y 2000). Secretario General del Sistema Económico Latinoamericano, SELA (2000 - 2003) Libros: "Hermano Bernardo" sobre Bernardo Leighton y "La no-violencia activa: camino para conquistar la democracia". Numerosos ensayos políticos en diversas publicaciones. Profesor universitario (Chile y Alemania), periodista (prensa y TV) y diplomático. Hago consultorías y escribo permanentemente sobre muy variados temas. Actualmente soy Presidente del Instituto Chileno de Estudios Humanísticos, ICHEH, con sede en Santiago.

Monday, July 31, 2006

CAPITULO VIII

LUCHA POR LA DEMOCRACIA DURANTE LOS GOBIERNOS DE PEDRO AGUIRRE CERDA Y DE JUAN ANTONIO RIOS

Poco después de iniciarse el Gobierno de don Pedro Aguirre Cerda, sobreviene el famoso terremoto de Chillán. La catástrofe es tan grande, que obliga al Gobierno a adoptar medidas especiales. Fuera de los miles de muertos hay una ciudad completamente destruida, decenas de miles de damnificados y toda la gama de problemas que esto acarrea. El Presidente de la República designa entonces una comisión especial para enfrentar la situación creada. Incluye a personeros no pertenecientes al Gobierno, entre los cuales está Bernardo Leighton.

"Formaban parte de esa comisión, entre otros, doña Sara del Campo, viuda del ex-Presidente don Pedro Montt y el Dr. Eduardo Keymer Fresno, primo hermano de Anita, que se convertiría el año siguiente en mi esposa. El Dr. Keymer estaba, además, indirectamente emparentado con el Presidente de la República."

"Aparte de esta cooperación directa, que no podíamos negar bajo ningún pretexto, y que me permitió conocer personalmente a ese gran hombre que fue don Pedro Aguirre Cerda, la Falange tuvo una posición independiente. Manteniendo íntegramente la organización que tenía desde antes de la separación del Partido Conservador, estuvo dispuesta a colaborar en la solución de todos aquellos problemas en que estuviese de acuerdo con las proposiciones del Gobierno y que, a juicio suyo, le conviniesen al país. Así, apoyó la ley que creó la Corporación de Fomento de la Producción, cuya aprobación en la Cámara se salvó por un voto gracias a los siete votos de la Falange Nacional. En el Senado la ley se salvó por dos votos conservadores, correspondientes a don Rafael Luis Gumucio y don Francisco Urrejola. Esa ley le dio un impulso muy grande a la industrialización del país. Durante todo el Gobierno de Aguirre Cerda mantuvimos una actitud políticamente independiente, de cooperación y de crítica, según las circunstancias. No hicimos pacto con nadie. Poco a poco fue estructurándose una posición de centro-izquierda. En las elecciones parlamentarias de 1941, primeras que enfrentamos solos, obtuvimos tres parlamentarios: Manuel Antonio Garretón, por Santiago, Radomiro Tomic por Tarapacá y Jorge Ceardi por Valparaíso. En 1942, al fallecer don Pedro Aguirre Cerda, apoyamos la candidatura de don Juan Antonio Ríos."

Leighton vive durante 1939 y 1940 otras preocupaciones más personales. Ha conocido a Anita Fresno, se han enamorado y ambos han decidido casarse. El 31 de mayo de 1940 queda concertado el matrimonio y el 15 de agosto de ese mismo año se lleva a efecto en la iglesia de los Padres Franceses de Santiago. La revista VEA publica una foto de la pareja con el título "se casó el leader Falangista", señalando que al matrimonio asistieron, entre otros, el ex-Presidente Alessandri y varios ex-Ministros. Como se ve, el contacto humano y la amistad han permanecido, a pesar de las diferencias políticas.

A fines de 1940 Leighton debe defenderse por primera y quizá única vez de la acusación de conspirador. Se ha creado el "Comité de Acción Nacional Anticomunista" en el que participa en representación de la Falange. La situación internacional está presente en la vida nacional y el apoyo del Partido Comunista chileno al pacto entre Hitler y Stalin ha provocado una fuerte reacción en contra por parte de la mayoría de los partidos. A través de su prensa, el comunismo criollo se defiende contraatacando: acusa al mencionado Comité de preparar un golpe de Estado. Leighton reacciona indignado. A "El Siglo" le declara: "No estamos conspirando. Yo no he sido jamás conspirador, y si mañana hubiera una revolución contra el Gobierno, estaría a su lado como estuve el 25 de agosto." Alude al "ariostazo", intento de golpe encabezado por el general Ariosto Herrera, que Leighton, una vez más, rechaza apoyando al Presidente Constitucional.

Al diario La Opinión, en carta a su director y amigo, don Juan Bautista Rossetti, le expresa:

"Tú conoces bastante mis ideas doctrinarias y políticas y, aún cuando con frecuencia hemos estado en discrepancia, creo que no tienes motivos para dudar, ni siquiera por un momento, de mi adhesión total al régimen de Derecho. No soy conspirador, ni lo he sido jamás; más aún, si mañana estallara una revolución, venga de donde viniere, yo estaría al lado del Gobierno, como estuve siempre en cada oportunidad semejante."

Y a la revista VEA le dice: "Si mañana fascistas, derechistas o cualquiera trata de hacer un putsch para echar abajo el Gobierno, estaremos resueltamente con don Pedro para defender al Gobierno legítimamente elegido." El periodista acota: "Lo miramos un momento. Se sonríe ante el gesto de supuesta incredulidad que cree ver en nosotros y agrega: ¿No me cree?.. Mi vida está de prueba para contestar cualquier duda sobre un punto tan grave. Estaremos con don Pedro contra cualquier asonada..."

Estas palabras reaparecerán una y otra vez en su vida política, cada vez que se presente la ocasión. Reflejan la actitud intransigentemente democrática que lo caracterizara siempre, sin una sola claudicación. Ya lo hemos visto actuar en contra de la dictadura de Ibáñez, ayudar al Gobierno del Vicepresidente Trucco frente al motín de la Escuadra, estar al lado de Montero cuando lo derrocan, luchar en contra de la dictadura de Dávila desconociéndole todo origen legítimo, defender al Gobierno de Alessandri, condenar el "ariostazo" y, ahora, advertir que estará al lado de Aguirre Cerda ante cualquier intento de derrocarlo.

Su permanencia dentro del Comité de Acción Nacional Anticomunista no alcanza a durar tres semanas. Su explicación, fechada el 18 de diciembre de 1940, ahorra comentarios:

"La Acción Nacional nació de un pacto entre varios partidos, que se comprometieron a unirse, para combatir, por encima de sus intereses políticos, al comunismo. Ese pacto fue roto en la noche del lunes (16 de diciembre). En su discurso por radio, el presidente de este conglomerado de fuerzas se salió de su finalidad específica: atacó también al Partido Socialista, es decir, a un partido que recién había declarado no estar de acuerdo con los comunistas. En una reunión que pedí, todos los jefes de la Acción manifestaron estar de acuerdo con el discurso del Sr. Alcalde. Ello demuestra que los dirigentes actuales de la derecha no posponen sus intereses partidistas, aún cuando hayan prometido hacerlo. Demuestran, también su ceguera política; sin embargo, al atacar a Schnake, libran a éste de un cargo, que otros sectores populares podrían hacerle: que estaría en concomitancia con la derecha."

El periodista de "VEA", le pregunta entonces por qué los falangistas atacan al comunismo. "¿Se basan en razones de orden doctrinario? ¿O temen a la instauración del orden económico que propicia el PC?"

Leighton responde:

"El Partido Comunista actúa, en el terreno nacional e internacional, de acuerdo con una política no chilena, rusa. Y esto es inaceptable. A su lado, las demás razones tienen menos importancia."

"- Pero los comunistas podrían decir que Uds. se guían por las enseñanzas políticas del Vaticano..."

"Algunas simples ideas generales. Ni táctica ni estrategia políticas. Sería absurdo que pretendiéramos resolver los problemas de nuestra tierra según las normas que vinieran de Roma. No recibimos órdenes políticas de nadie, de ninguna potencia extranjera."

"- ¿Usted cree realmente que hay un contacto directo y constante con Moscú?".

"Lo hay. Lo demuestra el hecho de que, en la práctica, la acción política de los comunistas se confunda con las necesidades internacionales rusas."

"- ¿Qué representa, a su juicio, Oscar Schnake? ¿Quién es Schnake?"

"Schnake ha sido siempre para mí el mismo hombre que muchos ven ahora. En resumen, veo en él a un jefe de un gran partido popular, que, desde el gobierno, trata de encausar una política nacional y realista, con capacidad y eficiencia".

"- Pero Uds. son católicos. Y el P.S. es marxista..."

"Sí. Es importante conocer los principios teóricos básicos de los partidos, generalmente de origen europeo. Pero más importante aún es conocer a los hombres dispuestos a realizarlos. En Schnake no hay prejuicios teóricos antirreligiosos, y su marxismo consiste, naturalmente, en principios de buen gobierno."

"- ¿Están pues, con Schnake? ¿La Falange se plegará a él?

"La Falange no se pliega. Coincide."

Esta apertura hacia los socialistas tiene importancia, porque pone de relieve una situación que pudo haberse desarrollado más a fondo después, de no mediar una radicalización hacia la izquierda muy marcada de éstos, unida después a la alianza con los comunistas. Durante toda la década de los años 40 (y parte de los 50), los socialistas mantuvieron una posición muy distante de los comunistas, llegando a crisis muy graves entre ellos (sobre todo) durante el gobierno de Gabriel González Videla.

Al morir el Presidente Aguirre Cerda el 25 de noviembre de 1941 asume el mando como Vicepresidente don Jerónimo Méndez. Corresponde convocar a elecciones presidenciales y son fijadas para el 10 de febrero de 1942. El Partido Radical levanta la candidatura de Juan Antonio Ríos. La Falange Nacional decide apoyarla, uniéndose a la actitud de fracciones liberales encabezadas por Arturo Alessandri Palma, socialistas, y democráticos.

Este paso de los falangistas marca un momento importante en su trayectoria política, porque los pone en contacto directo con las fuerzas de la izquierda. Ríos no puede dejar de reconocer este aporte y en VEA del 18 de febrero de 1942 señala:

"La Falange y los liberales que me acompañaron mostraron un entusiasmo muy digno de la causa democrática que sustentaban. Encontré mucha simpatía en todas partes hacia los jóvenes líderes de la Falange. A Bernardo Leighton lo solicitaban siempre como orador. Este y Julio Barrenechea (socialista) tuvieron la tarea más pesada entre los oradores que me acompañaron a través del país. Recuerdo que en un pueblo había tan solo dos falangistas, lo que es muy comprensible tratándose de un partido joven que no ha organizado sus elementos en todos los pueblos. Estos dos jóvenes llenaban el andén con sus gritos de 'Juventud adelante' y con su entusiasmo contagioso." (VEA, 18 de febrero de 1942).

Este testimonio de Juan Antonio Ríos demuestra hasta qué punto la Falange, aún joven y hasta poco numerosa, impresionaba por su entusiasmo y su mística. La figura de Leighton sobresalía, además, claramente en esa época.

Elegido Ríos, la Falange entra en una importante fase de su desarrollo. Su postura en la elección la ha situado bastante cerca de radicales y socialistas. Se ha alejado de la derecha. Esto contribuye a perfilar su rostro en forma diferente. Surge poco a poco un partido de inspiración cristiana ubicado entre el centro y la izquierda del abanico político de ese tiempo. Entre 1942 y 1945 este proceso se acentúa.

El 4 de marzo de 1945 se llevan a cabo elecciones parlamentarias. Leighton acepta ser candidato y triunfa. Es elegido por Antofagasta, región a la que llega acompañado por su esposa a recorrerla íntegra. Durante la campaña, le dirige a los ciudadanos de esa provincia una "carta política". En ella resume su pensamiento. Su primer capítulo, titulado "defensa legal" ratifica su línea democrática en los siguientes términos:

"Por convicción y por sentimientos he sido siempre partidario incondicional de nuestro régimen de derecho. Pienso honradamente que, cualesquiera que sean los defectos y las deficiencias, nunca insuperables, de nuestro sistema democrático, su mantenimiento es inmensamente más ventajoso para el país y, en especial, para los hombres de trabajo que su conculcación, o su reemplazo por el gobierno del dictador más inteligente, más limpio y más fuerte que pudiera concebir nuestra fantasía, porque, ni aún así, este tipo de gobernante arbitrario se encuentra exento de cometer errores y atropellos que no hay manera de prevenir ni de reparar. Sobre este punto no deseo dejar la menor duda a los ciudadanos de Antofagasta. Jamás, bajo ningún concepto y en ninguna circunstancia, dejaré de colocarme al lado de nuestro Gobierno Constitucional frente a cualquiera clase de tentativas o de amenazas destinadas a derribarlo. En mi opinión es este el fundamento insustituible de toda acción política seria, democrática, constructiva y popular."

Otro aspecto del pensamiento de Leighton que se desarrolla bastante por estos años, se refiere al tema internacional. La segunda guerra mundial ha hecho sentir sus efectos también en Chile. La vida política ha conocido a los nazis, por una parte, mientras las alianzas políticas de la izquierda han sido afectadas por los vaivenes tácticos de la política soviética dirigida por Stalin y Molotov. La Falange refleja en su conducta el impacto de estos hechos. Es anti-nazi desde su nacimiento. Al aliarse la Unión Soviética con la Alemania de Hitler, su posición también se hace anticomunista. Es la época en que Leighton llega a formar parte por tres semanas, en representación de su partido, de la llamada Acción Nacional Anticomunista. Al pasar la Unión Soviética al campo aliado, cambia la actitud del Partido Comunista chileno una vez más y su presencia se hace más aceptable para los partidos democráticos. Estando por finalizar la guerra, Leighton analiza en su "carta política" la posición de Chile en el mundo y saca sus propias conclusiones. Entre otras cosas expresa:

"Sintetizando los resultados más visibles del conflicto mundial, cabe destacar el robustecimiento del concepto de libertad política y el avance decisivo del concepto de igualdad económica, siendo aquello una consecuencia del triunfo de las democracias anglosajonas y esto último, una consecuencia de la victoria rusa."

"Chile está en condiciones de ser el país latinoamericano mejor dotado por su tradición democrática y por la organización de sus fuerzas proletarias para acrecentar su vida de nación con estas dos consecuencias favorables que la victoria de las naciones aliadas entregan al mundo de mañana. Para lograrlo necesita ante todo mirar hacia el presente y hacia el futuro con entereza y sin prejuicios."

"Soy contrario, enteramente contrario, al régimen dictatorial del señor Stalin y no acepto ninguna clase de subterfugios que traten de justificar su permanencia indefinida; pero reconozco que al precio de la libertad política, el sistema ruso presenta un experimento notable en materia de igualdad económica."

"Soy también contrario, absolutamente contrario, al régimen de predominio capitalista que, por encima de la sincera labor social del Presidente Roosevelt y del Premier Churchill, subsiste en los Estados Unidos y en Inglaterra y extiende sus tentáculos prepotentes sobre nuestros todavía débiles y desunidos países latinoamericanos; pero reconozco que en estas dos viejas democracias se conserva y purifica constantemente el ejercicio de la libertad política, a despecho de aquel predominio capitalista."

"Impotentes para desconocer la realidad de las dos consecuencias producidas por la guerra a que vengo refiriéndome y faltos de imaginación para descubrir su verdadero alcance, hay quienes pretenden en nuestro país, encerrar el destino de Chile entre los dos términos de un dilema falso: 'o nos conformamos al sistema ruso o nos conformamos al sistema anglosajón.' Nunca será bastante la ira con que nuestro espíritu reaccione en presencia de una manera de pensar, tan infundada y tan servil." (10)

La política exterior a seguir es resumida así:

"Mediante relaciones diplomáticas y comerciales con todos los pueblos de la tierra, inclusive con Rusia y con China, y, seguros de la robustez de nuestra envergadura cívica, debemos incorporar en nuestra estructura orgánica de nación libre y nueva, los progresos políticos, económicos, sociales y culturales realizados por los países de América, de Europa y de Asia, con motivo de la guerra y de la liquidación de la guerra."

Respecto a América Latina, Leighton toca el tema de la unidad continental:

"El principal obstáculo que estorba la unidad latinoamericana reside en los dictadores criollos, los cuales con diversas caretas han usurpado los gobiernos. Encaramados sobre la fuerza física, cual más cual menos, los Trujillos, los Getulios y los Perones están constantemente, por conveniencia de política interior, creando suspicacias entre los países y destruyendo la unidad fraterna."

"Las tendencias imperialistas que, en los Estados Unidos combatieron y combaten al Presidente Roosevelt, por su posición democrática, no desean otra cosa que contar en los pueblos latinoamericanos con dictadores de cualquier especie. Algo semejante sucede con las tendencias imperalistas y reaccionarias que combaten en Inglaterra a Winston Churchill."

"Y la razón es obvia. Huérfana de sustentación popular legítima, la dictadura acude invariablemente a solicitar apoyo al gran capital, quien lo presta encantado a cambio de hacer por su parte el 'gran negocio' sobre las espaldas de los pueblos tiranizados y empobrecidos."

"Es además la triste experiencia americana, conocida hasta por nosotros los chilenos durante cierta administración, por fortuna, corta y pretérita."

"Con un concepto bien claro acerca del terrible daño que han hecho y hacen a la unidad de Latinoamérica los gobiernos dictatoriales, en beneficio directo de intereses imperialistas, el pueblo de Chile debe orientar su política internacional americana y ostentar su democracia histórica y señera como un honor y un ejemplo."

O sea, Leighton ve en la democracia no sólo el mejor sistema de convivencia para los chilenos. Su mantención es, a la vez, un arma poderosa de política internacional, pues le da al país prestigio y, por lo tanto, autoridad para hablar en el campo de los asuntos mundiales.

En el campo económico-social, Leighton destaca la necesidad de avanzar aún más en materia de leyes sociales:

"Quienes aportan su trabajo deben tener acceso, no sólo a sus remuneraciones y a la participación de utilidades del negocio, sino también a la co-gestión de la empresa y a la co-propiedad de los capitales."

En los párrafos finales de esta "Carta política" de febrero de 1945, hay una referencia explícita a la inspiración cristiana. Su lectura demuestra una atenuación del lenguaje religioso. Germina ya una más clara separación entre las actividades que un católico realiza en representación de la Iglesia y aquellas que lleva a cabo bajo su exclusiva responsabilidad, como ciudadano de un cuerpo político determinado. El texto aludido es el siguiente:

"Los propósitos mencionados han sido exteriormente el móvil de mi actividad política a lo largo de 15 años; pero, ellos tienen un fundamento más hondo. La Falange Nacional inspira su acción patriótica en los postulados del pensamiento cristiano."

"Nosotros los falangistas colocamos muy alto la consigna superior de nuestra vida entera porque concebimos al hombre como un compuesto de cuerpo y de alma. Actuamos y luchamos en el plano de lo temporal con la intención puesta en una meta que está más allá del tiempo; pero sabemos de que para alcanzarla, es preciso contribuir a mitigar los dolores y a superar las limitaciones de este mundo. Nos sirve de orientación el Legado Evangélico, según el cual, el Maestro enseñó las Bienaventuranzas del espíritu, mientras hacía el milagro de multiplicar los panes y los peces destinados a satisfacer el hambre material de las multitudes. Según el cual, además, el amor al prójimo no distingue entre amigos y enemigos."

"Por tales razones, expongo mis propósitos políticos al margen de los hombres o de los partidos, que por doctrinas diversas a la mía están dispuestos también, en todo o en parte, a servirlos. Me interesa sustancialmente llevarlos a la realidad, con rectitud y con prontitud por el bien de mi Patria, sin importarme nada en este empeño, los motivos que desunen a los chilenos sino la buena voluntad que los acerca."

Estas palabras fueron escritas hace virtualmente 35 años. Pese a ello, parecieran tener el frescor de quien las ha escrito hoy para la situación actual. (11)

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